domingo, 8 de abril de 2012

41 Snacks & Oisters


Como bien dejó reflejado en su blog, (www.yoculinario.com),una persona, que a pesar de no conocerla, considero un amigo, con el que eventualmente comparto información del mundo gastronómico, 41 es como un premio de consolación para los que no tuvimos la suerte de visitar El Bulli, hoy en día en pleno proceso de transformación.

A pesar de toda la información que tenemos los entusiastas sobre lo que fué El Bulli, lo que allí se hacía y lo que dice la gente que tuvo la gran suerte de probarlo, entrar al nuevo y reluciente hijo de Albert Adrià es imponente, solo estar frente a su escaparate creo en mí esa intranquilidad que se traduce en una especie de sutil calambre en la boca del estomago, no es emoción, no es ansiedad, es algo más, como todo lo que dicen que salía de la cocina de Cala Montjoi en Roses. Y esto aun sin entrar al local, imagínense la experiencia de algo que ya te tiene ¨emocionado¨ solo con el hecho de encontrar una reserva, de encontrar el tiempo, de encontrar el dinero, de encontrarse frente a un escaparate que no deja ver el interior, solo con un número en la entrada, 41.

El menú, para el momento que tuve la suerte de ir, constaba de 37 apartados, divididos en: El mundo de las Ostras, El Caviar, Los Niguiris, Snacks, Para Picar y Un poco más Dulce.

De las 37 opciones de comida, un muy buen amigo que me acompaño y yo, probamos, cada uno 24 bocados, 24 grandiosos e inolvidables bocados, obviamos solo el caviar, alguna ostra y dos dulces y me arrepiento de no haberme armado de valor y haber arrasado con el resto de la carta, pero acabamos tan satisfechos que era imposible.

Tengo que decir que no fueron solo 24 “snacks” fueron 24 variedades que probamos, repitiendo 3 de ellas, lo que quiere decir que en total fueron 27 aperitivos por persona, pero como me arrepiento de los otros 13 que me faltaron…

Es imposible transmitir con palabras lo que es ir a “tierra de nadie”, al reino de lo desconocido, a casa de los verdaderos vanguardistas de la historia de la cocina, así que les dejo las fotos de mis eternos favoritos de aquella noche, al menos hasta que vuelva a ir a dejarme sorprender una vez más.


De los mejores Bloody Mary que he probado.


Ostra con consome picante de pollo y kimchi.


Las Olivas rellenas del 41.


Pistachos de Yoghourt ácido (Los pistachulis de El Bulli).


Crujiente de gamba al azafran.


Tentáculos picantes.


Una tapa del dia, cebiche de mero, autentico sabor peruano.


Niguiri de salmon marinado.


Niguiri de ventresca de atún.


Niguiri de anguila ahumada.


Niguiri de foie.



Cornete de alga con mijo inflado y atún picante.



Pan aéreo con panceta de cerdo adobada.



Viaje Nórdico, una tostada de ternera ahumada (El gran campeon de la noche).



Chocobombas.



Sotobosque.








Para acompañar la comida, tomamos diferentes cocteles, 4 o 5 cada uno, no lo recuerdo bien y el precio de la noche fueron 125 Euros por persona. ¿Lo volvería a hacer?.
Una vez a la semana si fuese posible.


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